“Nosotros ya bridamos una ayuda multilateral para el apoyo de Ucrania, incluido mediante el suministro de armamentos”, consideró la ministra germana de Defensa, Christine Lambrecht, en declaraciones al periódico Suddeutsche Zeitung.
La OTAN de ninguna forma será una parte beligerante en el conflicto y así se mantendrá, aseguró la funcionaria, quien también se pronunció en contra de crear en Ucrania una zona de exclusión aérea como la impuesta en su momento, de forma unilateral, por Estados Unidos en Iraq.
El pasado 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el inicio de una operación militar especial para proteger a la población de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, en el sureste de Ucrania, así como para desmilitarizar y desnazificar ese país.
Putin advirtió entonces sobre el riesgo que corrían otros países en casos de inmiscuirse militarmente en ese diferendo, destacó la televisión capitalina.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, solicitó en varias ocasiones la posibilidad de crear una zona de exclusión aérea en su nación, pero la OTAN argumentó que ello significaría una confrontación directa con las fuerzas armadas rusas.
Moscú se pronunció en contra de la expansión de la alianza atlántica hacia el este y del despliegue cerca de sus fronteras de fuerzas y armamentos de ese bloque militar, al que presentó una propuesta para llegar a un acuerdo de carácter vinculante sobre la seguridad regional.
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