En pleno apogeo de la 61 Serie Nacional, que cuenta con el concurso de 16 equipos, Matanzas acoge la trigesimoquinta versión de la actividad, para así igualar a Ciego de Ávila en el segundo lugar de las plazas más utilizadas, ambas en tres ocasiones, aunque La Habana (13), capital de la isla, ocupa el sitial de honor.
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Artemisa y Guantánamo, en cambio, exhiben una situación diferente en tal sentido, pues son las únicas provincias del país que restan por organizar uno de los momentos muy esperados en cada curso competitivo.
La edición de marras devolverá mañana el clásico Occidente-Oriente, cuyo primer enfrentamiento sucedió el 15 de marzo de 1963 en el estadio Latinoamericano, después de lo vivido en 2020, cuando se enfrentaron un combinado de menores de 25 años versus otro con edades superiores. Será un fin de semana de detalles variopintos, con 30 peloteros que debutan en duelos de Estrellas, todo lo contrario al estelar espirituano Frederich Cepeda, quien empatará con su comprovinciano Eriel Sánchez como los hombres con mayor cifra de apariciones, ambos con 11.
Como dato curioso, el propio Sánchez, ex destacado receptor, se estrenará ahora en el papel de manager de los orientales, mientras su homólogo Michael González también tendrá su bautismo de fuego en el bando contrario.
De hecho, González, mentor de los Huracanes de Mayabeque en el certamen caribeño, tiene la misión de conducir hacia la victoria a los occidentales, que marchan debajo en el tope histórico (15-16).
Según las anotaciones del estadístico Benigno Daquinta, el primer cuadrangular en estos encuentros salió de las muñecas del estelar Pedro José Rodríguez (26 de abril de 1981) ante un envío del pitcher Pablo Pérez.
Y aunque son 44 los bambinazos conectados, solo uno tiene la categoría de “grand slam”: Lisbán Correa exhibió su fuerza versus Yosimar Cousín en la edición precedente, organizada hace un par de años en el parque Guillermón Moncada, en Santiago de Cuba.
En esta oportunidad, entre el medio centenar de convocados, solo repiten de ese último tope Rafael Viñales (Las Tunas), Yordanis Samón (Camagüey), Yorbis Borroto (Ciego de Ávila), Yoelkis Guibert (Santiago), Leonel Moa (Camagüey) y el incombustible Cepeda.
Eso sí, el desafío de luminarias de 2022 tendrá una peculiaridad: solo ocho mil personas podrán acceder al Victoria de Girón (puede recibir cerca de 25 mil aficionados), como parte de las medidas impuestas para frenar la pandemia de la Covid-19.
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