A propósito de la escalada del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, el grupo precisó en un comunicado que tanto el Canal como el istmo podrían ser blancos, incluso, de una conflagración nuclear, a partir de su posición privilegiada para el comercio mundial como ruta estratégica del norteño país.
Las advertencias, según el texto que publica la versión digital del diario La Estrella de Panamá, responden a que la nación centroamericana está sometida a un nulo Tratado de Neutralidad y sus enmiendas, pactadas a perpetuidad, que pone la protección y defensa de esa ruta bajo la exclusiva responsabilidad de Washington.
Los firmantes del documento, entre los que sobresale Juan Carlos Mas, del Consejo Nacional de la Soberanía y la Paz, aseveran que ese convenio permiten el paso expedito a barcos de guerra estadounidenses, independientemente de su armamento, incluso el nuclear.
Ello plantea una clara incompatibilidad con el Tratado de Tlatelolco de 1967, en vigor desde 1969 y que Panamá ratificó en 1971 (entonces canciller era Juan Antonio Tack), que obliga a prohibir el armamento nuclear y, por ende, su paso por la vía interoceánica, agrega el mensaje que también suscribe la exprocuradora general de la República, la abogada Alma Montenegro.
Aquel pacto y sus reformas pretenden autorizar a Estados Unidos a intervenir militarmente en Panamá sin el consentimiento del soberano, agrega la declaración, avalada además por el prestigioso analista y experto en política exterior Julio Yao.
En ese sentido, los firmantes del comunicado, entre ellos también el presidente de la Asociación de Docentes de la Universidad de Panamá, Daniel Vargas, claman ante el mundo que su pueblo es neutral en este y cualquier otro conflicto y que no colaborará con ninguna aventura militar de Estados Unidos.
En ese sentido, citan el Artículo 141 de la Constitución para repudiar el Tratado de 1977, suscrito además a perpetuidad, al tiempo que rechazan el mutismo al respecto del Ejecutivo.
También se oponen a la ilegal militarización de Panamá y a todo intervencionismo por parte de Estados Unidos.
Además, exhortan a los panameños a exigir una Constituyente que contemple los intereses nacionales, uno de los cuales es la aspiración a ser un país verdaderamente neutral.
Y aseguran que, en tanto el actual gobierno o los próximos no oficialicen esta denuncia por los mecanismos internacionales, la misma permanecerá y será mandato para las presentes y futuras generaciones.
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