En la actualización del llamado semáforo este sábado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas), 138 localidades se encuentran en rojo, en comparación con las 217 de 14 días atrás, una tendencia considerada a la baja.
Entretanto, 185 clasificaron en naranja, 68 más, y solo 17 lograron el amarillo (alerta media).
Si bien las cifras diarias de contagios ya no están entre los tres mil y cuatro mil casos como en enero y febrero (inicio de la cuarta ola de la pandemia), las autoridades sanitarias insisten en su llamado a mantener las medidas de bioseguridad ante cierto relajamiento en el uso correcto y obligatorio de la mascarilla y aglomeraciones en mercados y tiendas.
A dos años de la entrada aquí del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, el color verde («nueva normalidad») es una quimera todavía, a pesar de la estrategia de vacunación nacional en curso, la cual abarca a mayores de 12 años y desde la pasada semana a niños entre seis y 11 años.
La inmunización contra la enfermedad arrancó aquí en febrero de 2021, fundamentalmente con vacunas donadas, pero hasta la fecha la desigualdad entre áreas urbanas y rurales marca la campaña a pesar de múltiples estrategias en marcha para elevar la cifra con esquema completo.
De acuerdo con el más reciente reporte del Mspas, de una meta fijada en 12 millones 650 mil 476 personas, solo el 45,84 por ciento recibió sus dos dosis; sin embargo, esta estadística baja a 20 por ciento en las zonas del interior y fundamentalmente entre la población indígena debido a mitos y deficiencias en la campaña de comunicación.
Este fin de semana, la Cartera volvió a extender los horarios de atención en los más de 700 puestos habilitados para la inoculación con el fin de que los guatemaltecos puedan acceder con facilidad a los distintos componentes de Moderna, Pfizer y Sputnik V y su refuerzo.
Hasta la fecha, este país centroamericano concentra la mayor cantidad de fallecidos en el área con 17 mil 206, mientras que los casos acumulados suman 814 mil 111.
rgh/mmc