Tal situación fue expuesta por el mediador del organismo subregional, expresidente nigeriano (2010-2015) Goodluck Jonathan, quien manifestó que, no obstante, proseguirán los esfuerzos del ente para lograr que a Bamako retorne el orden constitucional tras los golpes de estado ocurridos en agosto de 2020 y mayo de 2021.
Reafirmamos nuestra voluntad de continuar discutiendo con las autoridades malienses para lograr un calendario electoral aceptable, manifestó Jonathan, poco antes de marcharse de este territorio africano, tras sostener una reunión con el coronel Assimi Goita, al frente de la junta militar.
Con anterioridad, en diversos escenarios las autoridades de Mali reiteraron que planean efectuar comicios presidenciales y legislativos en un plazo de unos cuatro o cinco años, en tanto la Cedeao considera que la fecha para la realización del sufragio debe declararse en unos 16 meses, apuntaron medios de prensa.
A raíz de las últimas asonadas militares, el bloque subregional le impuso a Bamako diversas sanciones, entre ellas clausura de fronteras con los estados integrantes del grupo y congelación de activos malienses en el Banco Central de los Estados de África Occidental.
Figura, además, la imposición de un bloqueo de mercancías, disposición que descarta afectar los suministros médicos y productos considerados esenciales.
En medio de una creciente inestabilidad política, social y económica, Mali, país del Sahel, es azotado también por la violencia en su territorio, derivada de la presencia de grupos radicales islamistas, entre ellos el autodenominado Estado Islámico.
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