Realizado con motivo de celebrarse este 21 de marzo de 2022 el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, el sondeo fue realizado por el Centro para la Religión, la Nación y el Estado.
Según la investigación, el 69 por ciento dijo ser objeto de racismo y discriminación en lugares públicos, mientras el 41 por ciento lo fue en instituciones académicas.
Un 26 por ciento afirmó que fueron víctimas de ese flagelo en su trabajo y 11 por ciento en sitios comerciales.
El 65 por ciento reveló que sus tarjetas de identificación fueron revisadas, el 59 por ciento sometido a inspecciones de seguridad y el 58 por ciento obligado a responder preguntas inusuales.
Los descendientes de los palestinos que no fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado judío, en 1948, denuncian desde entonces que son tratados como ciudadanos de segunda.
En la actualidad ellos suman 1,9 millones de personas, casi un 21 por ciento del total de la población de este país.
La ONG Sikkuy asegura que una de las principales razones de las diferencias entre los ciudadanos árabes y judíos es la asignación desigual de los recursos estatales.
Sikkuy resaltó en su reporte anual 2020 que un 14,5 por ciento de las familias judías vive por debajo del umbral de la pobreza, mientras que entre las árabes el flagelo alcanza al 45,3 por ciento.
El pasado año más de 120 árabes fueron asesinados en esta nación, un número récord en la historia reciente del país.
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