El alto funcionario respondió así a las declaraciones de la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, respecto a que su país no enviará tropas a Ucrania, pero cabe la posibilidad de que lo haga otro miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Recordó que en su discurso del 24 de febrero, anunciando al país y al mundo la operación militar, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió a la comunidad internacional, de forma clara y comprensible, sobre la posibilidad de una respuesta inmediata en caso de intentos de intervención externa en el conflicto.
“Quienes intenten impedirnos, y más aún creen amenazas a nuestro país, a nuestro pueblo, deben saber que la respuesta de Rusia será inmediata y les llevará a consecuencias que nunca han afrontado en su historia”, apuntó ese día el mandatario ruso.
Putin agregó que la dirección del país está preparada para cualquier desarrollo de los acontecimientos y tomó todas las decisiones necesarias al respecto. “Espero que lo escuchen”, subrayó.
Rusia inició la operación militar en Ucrania luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda a su Gobierno para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su intervención para informar sobre el inicio de las acciones militares en la nación vecina, el jefe de Estado ruso afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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