A propósito de celebrarse este martes el Día Mundial del Agua, la investigación indica además que el país necesita invertir más de 42 mil millones de reales (unos ocho mil 500 millones de dólares) hasta 2033 para reducir las pérdidas en el suministro.
Ese año es la fecha límite establecida en el Plan Nacional de Saneamiento Básico para que el gigante suramericano pueda proporcionar agua potable y recogida, así como tratamiento de las residuales a casi toda la población.
Al respecto, Mônica Messenberg, directora de Relaciones Institucionales de la CNI, afirmó que «la inversión en este segmento ha sido muy inferior a la necesaria. Sin embargo, es extremadamente relevante por los resultados que aportará».
Primeramente, añadió, reducirá los residuos actuales en un 40 por ciento, lo que, comparado con los países de referencia, sería un 10, como Alemania y Japón.
«Esta política de saneamiento, en algún momento, es fundamental para lograr algunos objetivos que son primordiales para el país: la reducción de la pobreza, la desigualdad y el aumento del desarrollo económico», señaló.
Hace unos 40 o 50 años, las redes de distribución de agua se hacían con caños de hierro fundido. Actualmente, esta tubería tiene fugas por el deterioro del material, por la presión utilizada por el sistema para que el agua llegue a todas partes e incluso por las sacudidas que provocan los vehículos al pasar sobre el asfalto.
G1 refiere que poco a poco el conducto está siendo sustituido por otro, hecho con un tipo de tubería de plástico, que es incluso un poco flexible y, por tanto, más resistente.
Por otra parte, un estudio de la organización no gubernamental SOS Mata Atlantica reveló que solo un 6,8 por ciento de los ríos de la Mata Atlántica del país tiene agua de buena calidad.
Tales datos se incluyen en la nueva edición del estudio El retrato de la calidad del agua en las cuencas hidrográficas de la Mata Atlántica, realizado por el Programa de Observación de los Ríos de SOS Mata Atlántica.
La entidad estima que Brasil aún está lejos de alcanzar el ideal de cantidad y calidad de agua para sus diversos usos.
«Los resultados de 2021 muestran que seguimos en situación de alerta respecto al agua, con nuestros afluentes, pues menos de la mitad de la población (Brasil registra cerca de 213 millones de habitantes) tiene acceso a los servicios de alcantarillado», alertó el coordinador del programa de Observación de los Ríos, Gustavo Veronesi.
Y, puntualizó, «los ríos nos dirán lo que está ocurriendo».
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