Según anunció el ministro de Estado para ese territorio, Brandon Lewis, la alerta bajó de ´grave´ a ´sustancial´, lo cual significa que es probable que se produzca un ataque terrorista sin aviso previo.
El funcionario afirmó, no obstante, que la decisión tomada a partir de una evaluación realizada por el Servicio de Seguridad (MI5) es un testimonio del compromiso de los norirlandeses para preservar los acuerdos de paz de 1998 y enfrentar cualquier acción relacionada con el terrorismo.
Lewis también felicitó al Servicio de Policía de ese territorio y al MI5 por el duro trabajo realizado durante la última década, pero advirtió que todavía hay una minoría que desea causar daño en Irlanda del Norte.
La población debe permanecer vigilante y informar a la policía de cualquier acto sospechoso, remarcó.
Hasta la firma de los llamados Acuerdos del Viernes Santo en 1998, Irlanda del Norte fue escenario de una cruenta guerra civil entre los unionistas leales a la corona británica y los republicanos partidarios de la integración del territorio a la República de Irlanda.
El conflicto, conocido como The Troubles (Los Problemas), se prolongó durante tres décadas y dejó más de tres mil 500 muertos, entre ellos varios cientos de soldados británicos.
Tras la firma de los acuerdos de paz, unionistas y republicanos formaron un gobierno de coalición, aunque todavía ocurren ataques esporádicos, en su mayoría atribuidos a facciones disidentes del Ejército Republicano Irlandés, antiguo brazo armado del partido Sinn Fein.
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