En una intervención en la Cámara de Diputados previa a la cumbre de la Unión Europea de los próximos dos días, el jefe de gobierno reclamó un enfoque compartido sobre compras y reservas para reforzar el poder contractual frente a los países proveedores y “protegernos mutuamente en caso de conmociones aisladas”.
En ese sentido, reiteró la necesidad de fijar un techo europeo a los precios del gas y desligarlos de los de la electricidad, la cual es parcialmente generada a partir de fuentes alternativas con costos mucho menores de producción.
Es fundamental apostar decididamente por las energías renovables y otorgar un papel central a la ribera sur del Mediterráneo, indicó al subrayar que “en todos estos frentes, espero que el Consejo Europeo tome decisiones ambiciosas que puedan ser concretadas rápidamente”.
Por otra parte, apuntó que tal como acordó el Consejo Europeo la última semana, “la recaída económica por el conflicto en Ucrania va más allá del costo de la energía” e incluye los precios de los alimentos, “los cuales crecieron en modo casi continuo desde mediados de 2020 y están actualmente en sus máximos históricos”.
Al referirse al impacto de esos incrementos en el mercado interno, el primer ministro manifestó que “esos encarecimientos dependen de choques externos que imponen acelerar el proceso de autonomía estrategia en el campo alimentario”.
Este proceso está al alcance de la capacidad tecnológica y productiva europea, pero requiere un compromiso inmediato, por ejemplo, con el aumento de las superficies cultivables puntualizó Drahi al advertir sobre la necesidad de “estar preparados para diversificar aún más nuestras fuentes de importación”.
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