Repudiamos tal medida que se aplicará en regiones del nordeste y norte del país, ocupadas por los militares del Pentágono y su milicia separatista FDS y por las fuerzas turcas y los grupos extremistas que patrocinan, aseveró la cancillería por medio de un comunicado.
El texto calificó de hipócrita el comportamiento de Estados Unidos y consideró que viola las normas y valores de las Naciones Unidos, a su frente el respecto a la soberanía e integridad territorial de Siria.
Este enfoque sólo generará más caos y violencia y alimentará las tendencias separatistas, y además frustraría todo el proceso político para solucionar la crisis, indicó la nota.
Aseveró que la mejor vía para aliviar el sufrimiento del pueblo sirio y paliar las repercusiones de la crisis pasa únicamente por el respeto a la legitimidad internacional y las resoluciones de la ONU, el principal de los cuales es el respeto a la soberanía y el levantamiento de medidas coercitivas injustas.
«El imperio estadounidense y occidental de la mentira ya no engaña a nadie, y se comprobó la falsedad e invalidez de sus ilusorios proyectos de libertad, democracia y derechos humanos en más de un lugar», denunció el Ministerio.
Detalló que es un imperio en el que se combinan las mentiras y los dobles raseros y constituye una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales.
El gobierno sirio se reserva el derecho de demandar la administración estadounidense y sus herramientas por los crímenes que cometieron contra este país y responsabilizarla por los graves daños resultantes de su política hostil, concluyó la cancillería su declaración.
En junio del 2020, Estados Unidos impuso de manera unilateral nuevas sanciones extraterritoriales contra Siria bajo el nombre de Ley César, destinada a asfixiar al país árabe.
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