El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos se ha negado a entregar la información compilada a lo largo de los 46 años desde el asesinato de Santiago (Chagui) Mari Pesquera el 24 de marzo de 1976, una etapa convulsa en esta isla del Caribe.
“Emplazamos al secretario Domingo Emanuelli a que aproveche la oportunidad ante la orden emitida por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en el sentido de que no se objete la entrega de documentos solicitados bajo la Ley de Libertad de Información, ya que hay mucha gente involucrada en el complot”, dijo Rosa Mari Pesquera.
Durante el acto en el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis en el Viejo San Juan, al que concurrió una treintena de independentistas, incluida la senadora María de Lourdes Santiago, la segunda hija de Mari Brás (1927-2010) dijo que en el crimen estuvieron involucrados elementos de la ultraderecha cubana ya fallecidos.
Mucha de la información que obtuvieron es producto de los desclasificados en general, por lo que tuvieron que rebuscar para obtener evidencia de este crimen político con el propósito de perjudicar a su padre por condición de dirigente marxista-leninista y por sus vínculos con la Revolución Cubana, según trascendió en su momento.
“Cuarenta y seis años de dejadez no pueden ser excusa para no investigar un delito que no ha prescrito”, manifestó Mari Pesquera al pedir a Emmanuelli que “se ponga las pilas”.
En este sentido, indicó, debe aprovechar que el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, instruyó a las agencias federales que al examinar peticiones de acceso a información deben mantener una apertura y transparencia, ya que no defenderán “las decisiones de no divulgación”.
Ratificó en que es un buen momento para insistir en que se desclasifiquen los documentos que ya se han identificado, además de incluir otros que “sabemos que existen y siempre nos han negado”.
“No tenemos duda, que Henri Walter Coira fue el que disparó el arma que lo mató a Chagui”, dijo Rosa Mari, pero era mentalmente incompetente, según el siquiatra que lo evaluó, José R. Vigoreaux, en 1981.
Cuando Coira se declaró culpable, en tan solo 19 días tramitaron el juicio, después que un nuevo panel médico nombrado por el entonces gobernador anexionista Carlos Romero Barceló lo declarara apto para ser procesado.
“A Mari Brás, que no le habían notificado del juicio, cuando se enteró pidió audición para la vista de sentencia, lo citaron para el 18 de marzo y su abogada acudió para encontrarse con la sorpresa de que (a Coira) lo sentenciaron el día anterior”, relató.
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