Rudskói amplió que desde el inicio de la operación militar especial, el pasado 24 de febrero, resultaron heridos tres mil 825 efectivos de esta nación.
No obstante, señaló que las principales tareas de la primera etapa de la misión rusa en Ucrania fueron cumplidas, al reducir de manera significativa el potencial de combate de las tropas de Kiev.
Apuntó que tal situación le permite a las fuerzas rusas concentrar los principales esfuerzos en lograr el objetivo fundamental que, según dijo, es la liberación de la región del Donbass.
Declaró que las milicias de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL)tomaron más de 276 asentamientos que estaban bajo control del Ejército de Ucrania y de los batallones nacionalistas.
Rudskói apuntó que durante este mes, el Ejército ruso destruyó 16 aeródromos militares y 39 bases de almacenamiento y arsenales ucranianos, que contenían alrededor del 70 por ciento de todas las existencias de equipo militar, material y combustible.
Rusia inició la operación militar especial en Ucrania luego que las autoridades de las RPD y RPL le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En un discurso para informar sobre el inicio de la operación, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que su objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra infraestructuras militares.
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