De acuerdo con fuentes de la comisión técnica de La Sele, como le llaman aquí a su conjunto nacional de fútbol, los jugadores no realizarán reconocimiento del terreno del Estadio Cuscatlán, de San Salvador, escenario del desafío, penúltimo de la Octagonal final de la Concacaf, clasificatoria para la Copa del Mundo.

La Octagonal final de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) concede tres boletos directos al mundial de fútbol y la posibilidad del repechaje al cuarto lugar.
En declaraciones a la prensa poco antes de partir, el técnico de Costa Rica, el colombiano Luis Fernando Suárez, afirmó que el fútbol no solamente se juega con los pies y la pelota, se juega más con la cabeza.
Cuando uno representa a un país, los partidos son emocionales, nosotros estamos viviendo, desde que se inició la eliminatoria, un estrés grande y hemos sabido manejarlo, precisó.

Aunque El Salvador no tiene posibilidades de clasificar o ir al repechaje hacia Qatar 2022, tanto Suárez como el capitán de Costa Rica, Bryan Ruiz, coincidieron en que no pueden confiarse y menos relajarse.
Incluso Ruiz lo calificó como el partido más difícil de la eliminatoria hasta ahora. «Jugar contra una selección que está eliminada es más complicado, porque van a jugar libremente, el trago amargo ya lo pasaron y lo que quieren es ganar el partido», comentó.
«Estamos felices por lo que hemos hecho hasta ahora, con los pies en la tierra, pero sabiendo que este es el partido más importante y el más difícil. Ellos han conseguido en esta eliminatoria, menos de lo que han merecido», sostuvo Ruiz.
De ganar mañana, Costa Rica garantizará estar en el repechaje hacia Qatar 2022 y, dependiendo del resultado entre Estados Unidos y Panamá, podría buscar el boleto directo al primer país árabe en acoger un mundial de fútbol en la última fecha de la Octagonal final de la Concacaf, cuando enfrente en casa a la selección estadounidense.
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