El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó a la Dirección General de Centros Penales el referido cierre, tras sancionar el régimen de excepción que la Asamblea Legislativa aprobó de emergencia a solicitud suya.
«Todas las celdas cerradas 24/7, nadie sale ni al patio. Mensaje para las pandillas: por sus acciones, ahora sus «homeboys» (secuaces) no podrán ver ni un rayo de sol», ordenó Bukele desde su cuenta en la red social Twitter.
Según fuentes forenses, citadas por medios locales, las autoridades de Medicina Legal apenas dan abasto para procesar la cantidad de cadáveres remitidos por las autoridades, víctimas de la ola de homicidios.
Este repunte comenzó el pasado viernes, y los 62 homicidios del sábado superaron en 10 el record de muertes violentas registradas en un día, vigente desde agosto de 2015, cuando el gobierno sacó a los militares a las calles.
El régimen de excepción suspende por 30 días la libre asociación, el derecho de defensa, la inviolabilidad de la correspondencia y las telecomunicaciones, y el plazo de 72 horas de detención administrativa sin presentar cargos.
Efectivos de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada de El Salvador patrullan las colonias más peligrosas del país, y ya arrestaron a varios de los cabecillas acusados de ordenar la reciente ola de asesinatos
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