El Congreso de la República aprobó el 15 de marzo un subsidio de 2,50 quetzales (0,33 centavos de dólar) para la gasolina regular y de cinco quetzales (0,65 centavos de dólar) para el diésel por tres meses con el fin de paliar la crisis; sin embargo, aun el reglamento para su entrada en vigor no está listo y mientras, la especulación continúa.
En un recorrido por varias estaciones de servicio, Prensa Latina constató la preocupación de los usuarios ante la espiral de precios y su impacto directo en la canasta familiar.
Julio Toc, originario de esta capital, expresó su temor de que aun con el apoyo tenga que pagar más de 40 quetzales el galón (5,21 dólares) por los constantes incrementos.
Ante las numerosas quejas, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) recordó en sus redes sociales ayer que solo vela por la eficacia y garantía del abastecimiento de los productos petroleros, pero no impone los valores.
Según las cifras anunciadas el pasado viernes, el galón de gasolina regular y súper, así como el diésel estaban en 38,29 (4,98 dólares), 38.79 (5,05 dólares) y 37,60 quetzales (4,89 dólares) ,respectivamente, lo cual refleja un amento semanal entre 0,88 y 2,05 quetzales (0,11 y 0,27 centavos de dólar) en el caso del área metropolitana.
Sin embargo, automovilistas reportaron precios de 40,19, 39,59 y 38,69 quetzales (5,23, 5,15 y 5,04 dólares) en la gasolina súper, regular y diésel en modalidad de servicio completo, y un poco menos en autoservicio.
En la estación Shell de la concurrida avenida Diagonal 6, de la zona 10, José Barrios considera pura especulación estos incrementos.
Piensa que los expendedores quieren que los combustibles lleguen a más de 40 quetzales (5,21 dólares) por galón, para que cuando entre el subsidio los precios sigan altos, estimó.
El alza tiene su impacto, además, en la economía familiar, ya que no solo sube el combustible, afirman, sino también los productos de la canasta básica.
Alberto Pimentel, titular del MEM, confirmó la pasada semana que el apoyo podría comenzar el próximo 4 de abril, luego de la elaboración y publicación del reglamento correspondiente.
Mientras tanto, analistas señalan a Guatemala como el país centroamericano donde históricamente los precios son los más altos, y seguirán así, porque la medida paliativa no será suficiente para aliviar la crisis.
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