Entrevistado por medios de comunicación serbios, el alto funcionario consideró que por razones “claras” es poco probable que esos países lo reconozcan “en voz alta”.
Expresó que, no obstante, Rusia tiene razones para creer que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) escuchó las preocupaciones más serias y legítimas de seguridad de Moscú y comienza a comprenderlas.
Por otra parte, manifestó que la Unión Europea (UE) demostró su absoluta incapacidad de ser garante para resolver conflictos, como lo hizo en febrero de 2014, cuando garantizó un acuerdo para resolver la situación en Ucrania entre el Gobierno y la oposición.
Recordó que cuando la oposición rompió el acuerdo, “la UE simplemente guardó silencio y empezó a hablar de algunos procesos democráticos”.
Según Lavrov, Occidente se impone la tarea de frenar el desarrollo de Rusia mediante la imposición de sanciones, por lo que siempre encontrará una razón para aplicarlas.
“El objetivo no es resolver ningún problema específico, sino frenar el desarrollo de Rusia en un sentido estratégico y geopolítico. Por lo tanto, somos muy conscientes de la capacidad de Occidente para buscar esas razones”, dijo.
El jefe de la diplomacia rusa recalcó que las medidas punitivas contra su país nunca cesaron y estuvieron vigentes incluso antes de 2014, cuando se produjo el golpe de Estado en Kiev.
En su opinión, Occidente está decepcionado porque su plan para el desarrollo final de Ucrania no se cumplió, por lo que las sanciones introducidas significaron su irritación ante tal fracaso.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el inicio del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que su objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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