“Por el momento, no podemos y no hablaremos sobre el progreso. El hecho mismo de que se haya decidido continuar las conversaciones en persona es importante, por supuesto”, respondió Peskov a los periodistas sobre la reunión de las comitivas de Moscú y Kiev en Estambul.
Sobre la fecha del comienzo de las conversaciones en la ciudad turca, el jefe de la oficina de prensa del Kremlin indicó que era poco probable que comenzaran este lunes.
“Hoy la delegación se va a Turquía. Esperamos que puedan empezar mañana”, agregó.
Peskov destacó que el formato presencial permite realizar negociaciones más concentradas y ricas en contenido. “Pero al día de hoy, lamentablemente, no podemos afirmar ningún logro o avance significativo”, comentó.
La víspera, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, acordaron en una conversación por teléfono que la próxima ronda de negociaciones Rusia-Ucrania se celebrará en Estambul.
Horas antes, el jefe de la representación de Moscú y asesor presidencial ruso, Vladimir Medinski, informó en su canal de Telegram que ambas representaciones aprobaron realizar la próxima ronda de consultas de manera presencial, entre el 29 y el 30 de marzo.
Las consultas ruso-ucranianas comenzaron el 28 de febrero en la región belarusa de Gómel, y continuaron el 3 y el 7 de marzo en la reserva natural de Bialowieza, también en ese país.
El 10 de marzo los cancilleres de Rusia y Ucrania, Serguéi Lavrov y Dmitri Kuleba, se reunieron en la ciudad turca de Antalya, ante la presencia de su homólogo de esa nación, Mevlut Cavusoglu.
En declaraciones a prensa el pasado viernes, el jefe del equipo negociador ruso comentó que las conversaciones siguen sin avances en los temas clave, mientras las posiciones se acercan en temas menores.
Según Medisnki, Moscú insiste en la firma de un tratado integral que, además del estatuto neutral de Ucrania y sus garantías de seguridad, establezca una serie de cláusulas que son fundamentales para la nación euroasiática.
El funcionario ruso indicó que estas prioridades son la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania, la definición del estatuto y el reconocimiento de Crimea y las repúblicas populares de Donbass.
Advirtió que además de esos hay otros puntos que, si no se consideran y estudian el acuerdo, es poco probable.
En su opinión, las autoridades ucranianas no deciden nada por sí mismas y, por lo tanto, deliberadamente prolongan las negociaciones para realizar consultas con “muchos centros de toma de decisiones”.
Medinski consideró que el estado actual de las negociaciones “no infunde optimismo”, por lo que no comparte las declaraciones de la delegación ucraniana sobre “grandes avances”.
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