El artefacto flotaba a la deriva en la costa de Igneada, una pequeña ciudad en la región occidental, cerca de la frontera búlgara, informó el Ministerio de Defensa turco en un comunicado.
Días atrás el Gobierno de ese país alertó sobre un hecho similar y dijo que los explosivos fueron arrastrados desde la ciudad portuaria ucraniana de Odesa.
La presencia de esos artefactos pone el riesgo el tráfico marítimo en toda la zona, afirmó entonces el gobierno de Sofía en un comunicado, mientras expertos consideraron que son parte del dispositivo defensivo colocado por Ucrania para evitar el desembarco de fuerzas rusas.
Ese último país comenzó en febrero pasado una operación militar especial en el Donbass con el propósito, declarado por el Kremlin, de proteger la integridad de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
El despliegue respondió a una petición de esos gobiernos ante el incremento de ataques por parte de Kiev y grupos armados neonazis y nacionalistas de extrema derecha.
Pese a que Moscú advirtió que el operativo no está dirigido contra instalaciones civiles y que el objetivo principal es «desmilitarizar y desnazificar» a Ucrania, sobre el país euroasiático pesan hoy varios paquetes de medidas con el propósito declarado de la asfixia económica.
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