El mandatario y otros líderes ofrendaron un momento de silencio a las víctimas, antes de comenzar una reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China.
Actos como ese empezaron a desarrollarse ayer en la nación asiática, el principal en el sitio donde se estrelló el avión y todo el personal implicado en la búsqueda y recogida de restos dedicó tres minutos de silencio a los muertos en la región autónoma de Zhuang de Guangxi (sur).
Los familiares de los difuntos también realizaron memoriales en funerarias y distintas partes del país, con la compañía de dirigentes locales.
Por otro lado, se supo este lunes que los científicos completaron los estudios de ADN de los 123 pasajeros y nueve tripulantes del MU5735, operado por la aerolínea China Eastern Airlines.
Los socorristas siguen en busca de más pertenencias personales y escombros del avión, mientras los investigadores trabajan en la decodificación de las dos cajas negras.
El vuelo MU 5735 se estrelló el pasado día 21 en una zona montañosa de Zhang de Guangxi cuando viajaba desde Kunming hasta Guangzhou.
Despegó a las 13:15, hora local, a las 14:19 comenzó a descender bruscamente a una velocidad de 845 kilómetros por hora desde una altitud de ocho mil 869 metros y dos minutos después perdió el contacto con los radares.
El aparato era un Boeing 737-800, llevaba seis años y medio de operaciones y tenía capacidad para 162 pasajeros.
La víspera, el Gobierno chino confirmó la muerte de los 123 viajeros y nueve tripulantes del vuelo MU 5735 e informó sobre la continuidad de las investigaciones.
Hasta ahora se comprobó que en el momento del accidente las condiciones del tiempo eran normales, los nueve tripulantes tenían buena salud, la nave cumplió con los requerimientos de seguridad antes de despegar y mantuvo comunicación con las torres de control desde su despegue hasta la repentina caída. jf/ymr