Según el informe World Energy Transitions Outlook, emitido durante esta jornada por el organismo en el contexto del Diálogo de Transición Energética acontecido en Berlín, Alemania, la transición de fuentes contaminantes hacia otras amigables con el medio ambiente, es clave para abordar la crisis energética y climática mundial.
El reporte, además de describir las acciones prioritarias hasta 2030 para mantener vivo el acuerdo de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados Celsius, pide a los gobiernos acelerar los cabios en pos de conseguir más resiliencia y energía asequible para todos.
Los altos precios de los combustibles fósiles, las preocupaciones sobre la seguridad energética, y la urgencia del cambio climático, subrayan la necesidad apremiante de avanzar más rápido hacia un sistema limpio, apuntó el informe.
La transición energética está lejos de estar encaminada y todo lo que no sea una acción radical en los próximos años disminuirá, e incluso eliminará, las posibilidades de alcanzar nuestros objetivos climáticos, expresó en el texto el director general de Irena, Francesco La Camera.
“El 80 por ciento de la población mundial vive en países que son compradores netos de combustibles fósiles. Por el contrario, las fuentes renovables están disponibles en todas las naciones, lo que ofrece una salida a la dependencia de las importaciones y permite desvincular a las economías de los costos de las matrices contaminantes”, refirió.
Para lograr los objetivos propuestos, dictaminó el informe, las opciones renovables tendrían que escalar masivamente en todos los sectores y pasar del 14 por ciento total actual a alrededor del 40 por ciento en 2030.
Sin embargo, añadió, se necesita un conjunto integral de políticas estructurales transversales que cubran todas las vías tecnológicas y objetivos de transición para lograr los niveles de implementación necesarios para 2030.
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