Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), pese al retroceso respecto al trimestre precedente, de septiembre a noviembre (11,6 por ciento), la tasa se mantuvo estable en comparación con la divulgación anterior, del periodo finalizado en enero, cuando la cifra de parados también se estimó en 12 millones.
Los datos forman parte de la Encuesta Nacional Continua por Hogares.
«En el trimestre que finalizó en febrero se produjo una retracción de la población en busca de trabajo, algo que venía ocurriendo en los ciclos anteriores», afirmó la coordinadora de Trabajo e Ingresos del IBGE, Adriana Beringuy.
Detalló que la diferencia es que en este trimestre no hubo un crecimiento significativo de la población ocupada.
El número de empleados se estimó en 95,2 millones y se mantuvo estable en relación con el trimestre antepuesto (94,9 millones).
Con ello, también se mantiene la permanencia en el nivel de trabajo, porcentaje de personas en edad laboral que estaban realmente ocupadas en la semana de referencia de la encuesta (55,2 por ciento).
Para el IBGE, la ralentización de la subida del dígito de empleados puede estar relacionada con el despido de trabajadores que, al final del año anterior, son contratados de forma temporal.
Entre los aspectos positivos, el guarismo de autónomos cayó un 1,9 por ciento (488 mil personas menos) en comparación con el trimestre anterior, mientras que el de asalariados con contrato laboral firmado creció un 1,1 por ciento (371 mil más) en tres meses.
La cifra de trabajadores sin contrato formal aumentó un 0,8 por ciento (102 mil más).
Beringuy asegura que los números reflejan factores más estacionales y «todavía no se puede hablar de una recuperación» del mercado laboral.
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