Según la revista Nature Chemical Biology, se trata de la salinosporamida A, también llamada Marizomb, la cual está en fase III de ensayos clínicos para tratar el glioblastoma, un cáncer cerebral.
Los científicos ahora comprenden por primera vez el proceso enzimático activador de la molécula y “una enzima llamada SalC ensambla lo que el equipo llama la ojiva anticancerígena de la salinosporamida”.
Ese descubrimiento –puntualizan los expertos- serviría en el futuro para utilizar enzimas que produzcan otros tipos de salinosporamidas que podrían atacar no sólo el cáncer, sino también infecciones causadas por parásitos y enfermedades del sistema inmunitario.
La molécula de salinosporamida tiene una capacidad especial para atravesar la barrera hematoencefálica, lo que explica su avance en los ensayos clínicos para el glioblastoma, explicaron los científicos.
Argumentan los especialistas, que la molécula tiene una estructura de anillo pequeña y comienza como una molécula lineal que se pliega en una forma circular más compleja.
La bacteria marina implicada, llamada Salinispora tropica, fabrica salinosporamida para evitar ser devorada por sus depredadores.
Pero los científicos descubrieron que la salinosporamida A también puede tratar el cáncer.
Ellos aislaron otras salinosporamidas, pero la salinosporamida A tiene características de las que carecen las demás, incluida una actividad biológica que la hace peligrosa para las células cancerosas.
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