La iniciativa, conocida como Pneser Tramo A y B, la respalda el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con un financiamiento total de 540,23 millones de dólares.
El presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, destacó el desarrollo del proyecto, el cual contempla la expansión de redes de distribución, construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas, estudios de generación con fuentes renovables; así como la ampliación de subestaciones eléctricas.
Por su parte, el oficial jefe país del BCIE en Nicaragua, Carlos De Castilla, se refirió a la implementación del referido programa, a través del cual normalizan el servicio eléctrico en asentamientos donde la mayoría de los usuarios son ilegales.
“En este caso se les está apoyando con acciones y medidas concretas para su legalización y adecuación de las redes del sistema de distribución de energía eléctrica”, comentó De Castilla.
De acuerdo con la información divulgada por el BCIE, al cierre del 2021 un total de 677 mil 255 personas de zonas rurales de este país centroamericano, disfrutaban del servicio eléctrico las 24 horas.
Para esa fecha Nicaragua superó el 99 por ciento de la cobertura eléctrica en el país, logro reconocido como hito histórico por parte el Ministerio de Energía y Minas y la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica.
Antes de la llegada al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional, solo el 54 por ciento de la población nicaragüense contaba con electricidad, pero la gestión del presidente Daniel Ortega y la vicemandataria, Rosario Murillo, cambiaron para bien esa realidad.
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