Según el organismo, muchos de esos Estados, “que se consideran campeones mundiales de los derechos humanos”, intentan ayudar a las autoridades ucranianas a eludir su responsabilidad sobre tales hechos, reportó la agencia de noticias TASS.
“Esto los convierte en cómplices de los crímenes inhumanos de los neonazis ucranianos, lo cual requiere una evaluación jurídica adecuada”, indicó el SVR.
En tal sentido, reveló que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido recomendó al Gobierno ucraniano que tomara medidas para blanquear la imagen de sus autoridades y mitigar las consecuencias negativas de “la publicidad de la tortura de los militares capturados”.
El pasado martes, durante las negociaciones entre representantes de Moscú y Kiev, en la ciudad turca de Estambul, Rusia pidió a Ucrania que respete de manera estricta los convenios de Ginebra sobre el trato humano a prisioneros de guerra, informó el viceministro ruso de Defensa, coronel general Alexander Fomín.
“Pedimos que se excluya por completo la práctica de la tortura aplicada a los prisioneros de guerra rusos y pedimos que la parte ucraniana tome medidas exhaustivas para eliminarla”, subrayó el jefe militar en la reunión.
Al respecto, la parte ucraniana prometió tomar las medidas más duras contra los criminales que torturaron a los militares rusos, evidencias que han circulado en video y que fueron presentadas durante el encuentro.
Antes, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, dijo que los participantes en la tortura de soldados rusos cautivos en Ucrania deben responder por sus actos.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
En su discurso para informar sobre el inicio de la operación, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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