Según la revista Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, tal práctica va en aumento y puede estar asociada con resultados negativos para la salud del recién nacido.
«Las mujeres que consumen cannabis, tanto el tetrahidrocannabinol como el cannabidiol, durante el embarazo podrían estar poniendo a su hijo en riesgo de tener bajo peso al nacer y problemas de comportamiento», subrayan los especialistas.
El consumo de cannabis –agregan los científicos- también puede aumentar el riesgo del niño de padecer obesidad e hiperglucemia.
“Descubrimos que dicha práctica durante el embarazo estaba relacionado con el aumento del porcentaje de masa grasa y de los niveles de glucosa en ayunas en los niños de cinco años, señalan.
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