“Hemos perdido a 972 de nuestros ciudadanos desde principios de este año, incluidos 780 agentes de las fuerzas de seguridad, y 192 civiles. Sólo en la última semana hemos perdido 82 civiles. Desgraciadamente, estas cifras aumentan a diario”, indicó.
Según esa oficina, un total de cuatro mil 452 personas resultaron heridas entre civiles y militares, reportó la agencia de noticias TASS.
El escalamiento del conflicto entre Kiev y la región rebelde de Donbass aumentó a partir del 17 de febrero con el recrudecimiento de los bombardeos hacia ese territorio con armas pesadas.
Para el 18 de febrero, los líderes de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) denunciaron los hechos y pidieron a sus residentes que se marcharan a Rusia. Asimismo, declararon la movilización general de todas las personas actas para enfrentar la agresión.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de la RPD y la RPL le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y de los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el inicio de la operación, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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