Las nuevas medidas no incluyen por ahora el sector energético, pero sí buscan cómo limitar la posibilidad de eludir las penalizaciones, dijo a la prensa durante la celebración del Foro Económico Ambrosetti en Milán.
Los Veintisiete y Estados Unidos crearon un grupo para «trabajar sobre los activos de los oligarcas, sobre la conversión de los rublos y para evitar que estas sanciones, ya muy importantes, sean eludidas”, amplió.
Respecto a las consecuencias para la economía europea del conflicto ruso-ucraniano y las sanciones derivadas de él, opinó que existirá una desaceleración del crecimiento, “pero no estamos en absoluto destinados a una senda de crecimiento negativo o de recesión», matizó.
Agregó que el 16 de mayo presentará la actualización de las previsiones económicas, que por el momento pronostican un crecimiento de un 4,0 por ciento para Europa
y de 4,2 para Italia.
“Habrá una ralentización del crecimiento, ciertamente ese 4 por ciento actual en Europa es optimista y no lo alcanzaremos», reconoció.
Sin embargo, el presidente del Eurogrupo, Pascal Donoghue, advirtió que los acontecimientos en Ucrania reducirán las tasas de crecimiento y aumentarán la presión inflacionaria, en particular debido al suministro de energía y sus precios.
Mientras, la Confederación General de la Industria Italiana estimó este sábado una caída de 1,9 por ciento en el Producto Interior Bruto de ese país.
Otros expertos alertaron que la intensidad de la guerra económica contra Rusia tendrá consecuencias nefastas para la economía mundial, un escenario donde existen factores y condiciones para el estallido de otra crisis en 2022.
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