Para el secretario general de la Federación Nacional de Profesores, Emiliano Mandacen, no hay dudas de que 34 de esos artículos son un retroceso muy importante para la educación pública uruguaya”.
Según transmitió a la prensa, los resultados por estrecho margen a favor del No oficialista sobre el Sí de las organizaciones sociales y la oposición política, proyectan un “escenario sumamente debilitado”.
Adujo en tal sentido que el gobierno no alcanzó siquiera el 50 por ciento de respaldo, muy inferior al que tendría dentro del Parlamento, y ese mismo debilitamiento se manifiesta también a la interna del gremio docente. Mandacen opinó que si se avanza hacia la transformación educativa sin un cambio político que incluya la construcción de un diálogo con los trabajadores del sector y con la sociedad toda, “será una reforma que nacerá muy débil y con serias dificultades para ser implementada”.
Entre las modificaciones más peligrosas que enfrentará la educación pública en el futuro mencionó “el achicamiento del presupuesto en 80 millones de dólares, la desregulación del trabajo docente, el debilitamiento del aprendizaje disciplinar y la vulneración del acceso democrático al conocimiento de toda la sociedad».
Por su parte, la secretaria general de la central sindical Pit-Cnt y dirigente de la Federación Uruguaya de Magisterio, Elbia Pereira, señaló que el capítulo de educación en la LUC “implica un cambio profundo, no solo en la gobernanza, sino en la participación docente”, que se reduce al mínimo.
Pereira criticó la modificación de un artículo de la Ley General de Educación de 2008 que refiere a la obligatoriedad de tutores de inscribir a menores en los centros de enseñanza, y con la redacción actual se sustituye por un impreciso “deber de contribuir”.
Agregó que lo que se espera de un gobierno en cuanto a educación concierne es “que intente consensuar con docentes y trabajadores” porque en esa materia “Uruguay precisa de todos”.
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