Bajo estrictas medidas de seguridad y en medio de crecientes tensiones entre ambas partes, Lapid recorrió la víspera la zona acompañado del jefe de la policía Kobi Shabtai, funcionarios y legisladores.
Condenamos en los términos más enérgicos la provocativa incursión de Lapid y sus promesas a los extremistas de desplegar más fuerzas de ocupación Jerusalén con el pretexto de brindarles protección durante las festividades judías, expresó la cancillería palestina en su sitio web.
Según el texto, Lapid habló como si solo se celebrara en abril festividades judías, sin tener en cuenta la existencia de las musulmanas y cristianas, señaló.
La visita de Lapid rodeado de policías es “una prueba concluyente de que es un ocupante y tiene miedo de caminar sobre terrenos ocupados”, aseguró el comunicado.
Los uniformados israelíes reprimieron este fin de semana las protestas de cientos de palestinos que se concentraron en la Puerta de Damasco para rechazar la ocupación de sus tierras.
También el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) cuestionó la acción del canciller.
Por su parte, el legislador israelí Sami Abou Shahadeh acusó el ministro de “echar leña al fuego”.
Esta es una política peligrosa que puede incendiar toda la región, alertó el diputado de izquierda en su cuenta en Twitter.
La Puerta de Damasco es una de las ocho entradas a la Ciudad Vieja de Jerusalén, una zona ocupada por Israel en la guerra de 1967.
En 1980 las autoridades israelíes declararon a toda la urbe como la capital eterna e indivisible del país, una postura rechazada por la comunidad internacional, que considera la zona oriental como la capital del futuro Estado palestino.
Según diversas organizaciones no gubernamentales, unos 200 mil colonos israelíes viven en esa área y más de 490 mil en el resto de Cisjordania.
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