El portavoz de la cartera de Salud, Javed Hazheer, dijo que 186 niños murieron a causa de la enfermedad en el período y algunos hospitales están abrumados por la cantidad de casos.
En el último mes se registraron en Afganistán 12 mil infectados de sarampión, reflejó la agencia de noticias afgana The Khaama Press.
La capital afgana, Kabul, y las provincias de Kunduz y Helmand están a la cabeza con el mayor número de enfermos.
La Organización Mundial de la Salud señaló que se vacunaron más de un millón de infantes afganos en el último mes y se prevé inmunizar a tres millones de pequeños en los próximos meses.
Mientras Afganistán sufre la peor situación económica y la pobreza masiva, el brote de sarampión es otro dolor de cabeza en al sufrimiento de los afganos.
La ONU dijo que las personas que padecen hambre aguda en Afganistán aumentaron a 23 millones en marzo y la situación afecta negativamente a los niños, pues 3,5 millones de menores necesitan tratamiento nutricional.
Actualmente, el 97 por ciento de los afganos vive por debajo del umbral de la pobreza y más de la mitad de la gente requiere asistencia vital.
Desde el ascenso al poder en Kabul del movimiento Talibán, Afganistán necesita ayuda internacional urgente.
El grupo armado fundamentalista radical islámico tomó el control del país en agosto de 2021, mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron estrepitosamente sus tropas tras 20 años de intervención, con saldo de miles de civiles muertos.
La desastrosa ocupación militar estadounidense, que costó más de dos billones de dólares al contribuyente norteamericano según cálculos de la Universidad Brown, dejó a 38 millones de afganos en medio de una grave situación humanitaria.
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