En un artículo publicado en The American Conservative Carpenter apuntó que los informes de los medios de comunicación hegemónicos han creado una imagen increíblemente engañosa de Ucrania.
Los promotores de esa narrativa obvian el hecho de que la guerra en curso es una disputa a intramuros entre Rusia y Ucrania debido a las ambiciones de Kiev de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), explicó.
De acuerdo con el experto, Washington insiste en que la contienda forma parte de una lucha global entre la democracia y el autoritarismo, y que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, es un líder digno nada menos que del legado de Winston Churcill, que fue primer ministro de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
En el texto, Carpenter agregó que el presidente estadounidense, Joe Biden, en recientes declaraciones dijo que el conflicto europeo era «una batalla entre la libertad y la represión, entre un orden basado en reglas y otro gobernado por la fuerza bruta».
Para Carpenter, la idea de que Ucrania era un modelo democrático tan atractivo en Europa del este que la mera existencia del país aterrorizaba al presidene ruso, Vladímir Putin, puede ser un mito reconfortante para los políticos y expertos estadounidenses, pero no es más que una invención.
“Ucrania está lejos de ser un modelo democrático-capitalista y un imán irresistible para Rusia. La realidad es más turbia y preocupante: ese país es desde hace tiempo uno de los más corruptos del sistema internacional”, alertó.
Incluso antes de que estallara la guerra, agregó, se registraron ejemplos de autoritarismo en la gobernanza política de Kiev.
“Es apropiado simpatizar con los ucranianos que están experimentando un terrible sufrimiento como resultado de la guerra. Sin embargo, esa nación no es un símbolo de libertad y democracia liberal. En el mejor de los casos, Ucrania es una entidad corrupta y cuasidemocrática con preocupantes políticas represivas”, concluyó.
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