Tal pesquisa se abrió el 3 de diciembre por determinación del juez y la Policía Federal (PF) la comenzó el 23 de febrero.
De Moraes atendió la solicitud de la delegada Lorena Nascimento, de la PF, y también ordenó a la empresa Google Brasil que proporcionara el video completo con las declaraciones de Bolsonaro, realizadas en directo por el canal YouTube.
Según Nascimento, entre medidas iniciales, la Coordinación General de Cooperación Internacional deberá tomar varias acciones.
En tal sentido comprobar con el Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido si el país había publicado en sus sitios web oficiales la información de que «los vacunados en su totalidad (…) están desarrollando el síndrome de inmunodeficiencia adquirida mucho más rápido de lo esperado».
Asimismo, evidenciar con el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, en Estados Unidos, si existe alguna publicación de los profesionales que lo componen, especialmente del inmunólogo Anthony Fauci, en la cual se concluya que la mayoría de las muertes por gripe española fue por neumonía bacteriana secundaria.
Por otra parte que la proliferación de esta bacteria está asociada al uso de mascarillas.
De acuerdo con Nascimento, el gobernante es investigado por los delitos de epidemia, infracción de medida sanitaria preventiva e incitación al delito.
La PF también analiza la fiabilidad de las sedes electrónicas que sirvieron de base para la información replicada en directo por el mandatario de tendencia ultraderechista.
Bolsonaro difundió la noticia falsa en una transmisión en directo en redes sociales el 22 de octubre y desmentida por el servicio de monitoreo Fato ou Fake (Hecho o Falso), expertos y otras estructuras de comprobación en las horas siguientes.
El directo del jefe de Estado fue retirado del aire por las plataformas Facebook e Instagram, y el canal de audiovisuales YouTube.
Durante la transmisión, Bolsonaro afirmó que los informes oficiales del Reino Unido habrían sugerido que las personas totalmente vacunadas contra la Covid-19 estarían desarrollando el SIDA «mucho más rápido de lo previsto».
La afirmación es falsa, y no hay ningún informe oficial que haga esa asociación.
Al respecto, el presidente de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, Antonio Barra Torres, reafirmó que las vacunas utilizadas en Brasil son seguras y que ninguna de ellas aumenta la «propensión a tener otras enfermedades».
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