El festejo por la ocasión consistirá en un concierto de gala de la Orquesta Sinfónica de Matanzas (OSM) conducida por su director adjunto, el Maestro César Eduardo Ramos, y como solista invitado el contratenor Frank Ledesma, notable voz de la lírica cubana.
La presentación única tendrá un programa de estreno para la OSM compuesto por obras del siglo XX como “La pregunta sin respuesta”, de Charles Ives, Estados Umidos; y “Los negros brujos se divierten. Divertimento de cámara”, del cubano Leo Brouwer.
Completarán la programación “Fanfarria para el hombre común”, del también estadounidense Aaron Copland, y “El amor brujo”, del español Manuel de Falla, en su versión original de 1915.
El majestuoso inmueble de estilo neoclásico y símbolo de la ciudad de Matanzas, tuvo como proyectista al arquitecto italiano Daniel Dall´Aglio, quien ya había diseñado el teatro Iturbide, de México, y contribuido en los decorados del habanero Tacón.
Dispone en su estructura interior en forma de U de una platea con más de 700 asientos, posee dos pisos de balcones, y la primera planta puede elevarse de forma mecánica para convertir al auditórium en un salón de baile, y es avalado como uno de los de mejor acústica del país.
El lobby está adornado por estatuas de mármol de Carrara las cuales representan diosas griegas, mientras el techo del salón principal cuenta con pinturas de las musas y una singular lámpara tipo araña.
A lo largo de su trayectoria, la imponente sala, similar a la Scala de Milán, ha funcionado como salón polivalente y acogido a todas las manifestaciones de las artes escénicas y de la música, así como funciones y puestas extraordinarias.
Por sus tablas han pasado prominentes figuras como Alicia Alonso, Frank Fernández, Sara Bernhardt, Anna Pavlova y Andrés Segovia, e importantes compañías y grupos del patio y foráneos.
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