En la iniciativa colaboran junto al Ministerio del Interior instancias en todos los niveles de gobierno desconcentrado, así como las Fuerzas Armadas y la Fiscalía General.
De acuerdo con adelantos del titular de Interior, Patricio Carrillo, la idea es emprender una gestión para reforzar la lucha contra la corrupción que, según considera, es uno de los males causantes de severos daños a la sociedad ecuatoriana.
Para concretar el plan, las partes involucradas realizaron una reunión inicial a fin de delinear mecanismos eficaces y oportunos contra la inseguridad, lo cual constituye una de las prioridades nacionales.
Se espera que mañana el presidente Guillermo Lasso y Carrillo viajen a Guayaquil, la ciudad más violenta del país, desde donde se harán públicas las acciones para precautelar a la población, en el marco de la implementación de un programa estratégico inmediato.
“Entendemos la demanda de seguridad que existe y la Policía Nacional se ha comprometido con ello», advirtió el ministro y agregó que es necesario devolver un poco de tranquilidad a Guayaquil.
El programa de seguridad se aplicará a la par de las medidas en curso para atender la crisis en el sistema carcelario, donde se registró una nueva matanza el pasado 3 de abril que cobró 20 vidas.
Tras los incidentes entre bandas rivales en el Centro de Privación de Libertad Azuay 1, las autoridades dispusieron un censo en la población penal y reabrir la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, a donde irán líderes de grupos delictivos que cometan infracciones severas o actos de violencia al interior de las penitenciarías.
Además de esas determinaciones inmediatas, el Ministerio del Interior trabaja para ampliar en mil 400 la plantilla de guías penitenciarios, cuya escasez es, a juicio de muchos, uno de los factores que propician el aumento de la inseguridad en esas instituciones.
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