En esos casos, señaló, para reclamar demandas, «hablar con él, con su esposa, con su hijo. Perturbar su tranquilidad».
Una declaración similar hizo el lunes el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) y provocó la reacción en círculos políticos, especialmente entre congresistas bolsonaristas (partidarios del exmilitar presidente).
Después de intimidaciones de los diputados Junio Amaral y Coronel Telhada, ayer fue el legislador Otoni de Paula quien promovió la bravuconería contra Lula.
«No vengas a intentar visitar mi casa, porque estará la bala», espetó De Paula desde la tribuna de la Cámara de Diputados.
Esta no fue la primera amenaza contra el exgobernante en 2022, un año electoral.
Amaral difundió un video en el que manejaba un arma de fuego mientras hacía provocaciones contra el exdirigente obrero, en tanto Telhada procuró amedrentar al petista, quien lidera todas las encuestas rumbo a las justas comiciales de octubre.
«Lo que nos trae hoy aquí es un desafío, una amenaza de un individuo, un elemento que se llama Lula», afirmó el parlamentario ante el pleno de la Asamblea Legislativa de Sao Paulo (Alesp).
El 24 de marzo circuló además en redes sociales un audiovisual en el que un hombre de la ciudad de Gravatal, en el sur de la división territorial de Santa Catarina, practicaba tiro al blanco y profería ofensas contra miembros del PT.
También la congresista Carla Zambelli grabó un video con una amenaza contra el exlíder sindical: «Te digo algo, en mi casa hay una pistola».
Durante una entrevista concedida este jueves a la radio Jangadeiro BandNews en Fortaleza, capital del estado de Ceará (nordeste), Lula afirmó que la sugerencia de cobrar personalmente a los políticos la hace desde que era dirigente sindical.
«En lugar de gastar una fortuna en ir a Brasilia a protestar, cada diputado vive en una ciudad y no cuesta nada que la gente vaya a la puerta de la casa de esa persona para intentar hablar de forma civilizada y debatir un tema. Tiene que haber una conversación entre todos», apuntó.
Advirtió que, por desgracia, «me parece que hay diputados que no quieren hablar con el pueblo. Solo en época de elecciones», remarcó.
Un reportaje del diario Folha de Sao Paulo, publicado en julio pasado, alertó que «no es un secreto que una parte importante de la base bolsonarista es entusiasta de las armas» y ese grupo, como el excapitán del Ejército, «defiende el uso de la violencia».
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