Según el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, la inflación acumuló además 11,30 por ciento en los últimos 12 meses, también récord en más de 18 años y por encima del 10,54 de febrero.
El principal impacto en la inflación del periodo evaluado provino del transporte, que trepó un 3,02 por ciento.
La tasa se vio impulsada por el aumento de los precios de los combustibles, que subieron un 6,70 por ciento en el periodo. La gasolina fue la de mayor impacto en el IPCA de marzo (6,95 por ciento).
Otros carburantes que escalaron fueron el gasóleo (13,65 por ciento), el gas vehicular (5,29) y el etanol (3,02).
También otros segmentos experimentaron crecidas, como el transporte por el sistema público (7,98 por ciento), el seguro voluntario (3,93) y las reparaciones del vehículo (1,47).
Le siguieron los productos alimenticios, con un aumento del 2,42 por ciento, impulsados por artículos como los tomates (27,22), zanahorias (31,47), la leche de larga duración (9,34), el aceite de soja (8,99), las frutas (6,39) y el pan francés (2,97).
Ocho de los nueve grupos experimentaron subidas de precios: la ropa (1,82 por ciento), la vivienda (1,15), la sanidad y el cuidado personal (0,88), los gastos personales (0,59), el menaje (0,57) y la educación (0,15).
La única con un descenso fue la comunicación, con menos 0,05 por ciento.
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