El jefe de ese departamento, coronel general Mijaíl Mizíntsev, explicó que las nuevas provocaciones para mostrar el trato supuestamente cruel de la Fuerzas Armadas de Rusia contra la población ucraniana tendrán lugar en la región de Sumi.
El también jefe de la sede de coordinación de la respuesta humanitaria interministerial rusa en Ucrania subrayó que los militares rusos abandonaron hace tres semanas la localidad de Nízhniaya Syrovatka, cerca de la ciudad de Sumy, donde se prepara la provocación.
Señaló que las fuerzas ucranianas arrastran los cadáveres al sótano de un edificio residencial de Nízhniaya Syrovatka, que “serán presentados como otras supuestas víctimas del Ejército ruso”.
Manifestó que según la puesta en escena de los “directores” británicos, unidades de las tropas rusas mataron en masa a civiles y se burlaron de ellos durante su retirada.
“Los medios de comunicación occidentales promoverán otra falsificación en un futuro muy próximo. Su objetivo es alimentar aún más la rusofobia en el contexto de la crisis económica que se desarrolla rápidamente en Europa”, puntualizó.
Significó que las tropas rusas se retiraron de esta localidad el 20 de marzo, hace tres semanas.
“Esos hechos, si realmente tuvieran lugar, no podrían dejar de ser de dominio público durante un periodo de tiempo tan largo. Más aún, el régimen de Kiev busca cualquier excusa para acusar a Rusia de genocidio de ucranianos”, detalló.
El jefe militar ruso denunció además que tropas ucranianas y militantes de grupos radicales montaron posiciones de tiro y desplegaron lanzacohetes múltiples cerca de una escuela y de la planta de la empresa de energía Turboatom, en la ciudad de Járkov.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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