Hace una década, la Comisión Nacional para Combatir la Violencia contra la Mujer propuso esta iniciativa, pero tardó cuatro años en presentarse ante la Cámara de Representantes, donde también encontró oposiciones de grupos conservadores.
Los votos a favor del Proyecto de Ley de Violencia Sexual o Proyecto de Ley TPKS, superaron esta vez a la oposición, en un país donde la mayoría de los practicantes religiosos son musulmanes.
La ley se aprobó una semana después de que el Tribunal Supremo del país condenara a la pena capital al director de un internado por violar a al menos 13 estudiantes durante cinco años y dejar embarazadas a algunas de ellas.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, Puan Maharani, expresó que la implementación de este texto legal puede resolver casos de violencia sexual, así como brindar protección a mujeres y niños en Indonesia.
El documento reconoce nueve formas de violencia sexual: acoso sexual físico y no físico, tortura sexual, contracepción forzada, esterilización forzada, matrimonio forzoso, esclavitud sexual, explotación sexual y ciberacoso.
Varios activistas señalan que si bien es un paso de avance, las legislaciones tienen un alcance limitado al incluir solo algunos delitos sexuales, y dejar pendiente una definición clara del delito por violación y una legislación sobre el aborto.
Hasta el momento, la falta de un marco legal al respecto hacía que la justicia tratase los casos de agresión sexual como cuestiones privadas, dejando impunes a los victimarios.
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