Indicó que junto a sus homólogos de Polonia, Andrzej Duda; de Lituania, Gitanas Nauseda; y Letonia, Egils Levits; se reunirán con el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, a quien le manifestarán su apoyo al país y a su Gobierno.
Antes, el jefe de la oficina del gabinete polaco, Pawel Szrot, amplió también en Twitter que durante el encuentro con el mandatario ucraniano discutirán sobre los suministros de armamento para la defensa de este país.
Szrot advirtió que los cuatro países, cuyos dirigentes visitan Kiev, están prestando este tipo de apoyo a las autoridades de Kiev.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Putin instó a los militares ucranianos a deponer las armas y advirtió a la comunidad internacional sobre la posibilidad de una respuesta inmediata en caso de intentos de intervención externa en el conflicto.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), más de 4,5 millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos en las últimas semanas, a lo que se suman unos 7,1 millones de desplazados dentro de este propio estado.
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