En esa fecha, el mandatario Jair Bolsonaro cesó al titular de la compañía, general Joaquim Silva e Luna, en medio de presiones por aumentos periódicos del precio de los combustibles.
Bolsonaro nombró a Silva e Luna en febrero del año pasado, inconforme también en ese entonces con los reiteradas crecidas de los valores que aplicaba Petrobras, presidida por Roberto Castello Branco.
Ante el nuevo hecho, el Ministerio de Minas y Energía decidió designar para el cargo, el mismo 28 de marzo, al economista Adriano Pires, quien, sin embargo, el 4 de abril renunció ante cuestionamientos por un posible conflicto de intereses.
La víspera, el comité de elegibilidad de Petrobras aprobó por unanimidad a Ferreira Coelho para la presidencia de la petrolera.
En un documento registrado en la Comisión de Valores Mobiliarios, la junta informó que «por unanimidad opinó que el candidato José Mauro Ferreira Coelho cumple con los requisitos necesarios».
Creado después de casos de corrupción, el comité de elegibilidad tiene la función de evaluar si un candidato al consejo o a la dirección de Petrobras no responde a las demandas en tribunales o tiene un conflicto de intereses.
Tal señalización de un dictamen negativo de la comisión llevó a Pires, indicado para la presidencia ejecutiva, y al empresario Rodolfo Landim, para la del consejo, a abandonar sus puestos.
Landim, quien es titular del club de fútbol Flamengo, envió una nota al ministro Bento Albuquerque (Minas y Energía) agradeciendo la demostración de confianza, pero declinando la invitación.
Explicó que el compromiso con Flamengo se convirtió en una prioridad en su vida profesional.
A propósito de los reiterados cambios en la dirección de la sociedad, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva criticó lo que llamó la destrucción de Petrobras.
Recordó que en su «gobierno se transformó en la segunda empresa petrolera del mundo. Hoy la gasolina llega a precio de dólar para el pueblo», denunció el fundador del Partido de los Trabajadores en la red social Twitter.
Insistió en que Petrobras es una compañía de petróleo, aceite y gas, pero también es una que invierte en el desarrollo de la nación.
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