En una reunión, el PT sancionó primeramente la formación de una federación de partidos con el Comunista de Brasil y el Verde, y que las propuestas de estatuto y carta-programa de la alianza sea presentada a ambas organizaciones políticas.
Corroboró de manera oficial a Alckmin, del PSB, para componer, como candidato a vicepresidente, la fórmula que encabezará Lula en las justas comiciales de octubre.
En el texto de la resolución, el PT indica que las elecciones enfrentarán dos proyectos muy claros en disputa: el de la democracia y el del fascismo.
Precisa que, en el polo democrático, es la candidatura de Lula la que tiene posibilidades reales de unir a la mayoría de la sociedad en torno a un programa de confrontación y sustitución de las políticas neoliberales y privatistas.
Asimismo, de reafirmación de la soberanía y políticas de crecimiento sostenible con justicia social, de recuperación de los derechos y conquistas de la clase trabajadora, así como de reanudación de los derechos humanos, colectivos e individuales.
En definitiva, remarca, «un programa capaz de traer la paz y la prosperidad al pueblo brasileño».
La organización comunica de igual manera que su política de alianzas y tácticas electorales, actualmente en construcción, serán aprobadas definitivamente en el encuentro nacional del 4 y 5 de junio.
Estas, detalla, apuntan a la ampliación política necesaria para derrotar al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, en un proceso electoral que será el más difícil desde la redemocratización del país.
Además de consolidar la unidad del sector popular, el partido insiste en que se «debe buscar ampliar el apoyo a Lula en otros sectores políticos y sociales del campo democrático».
Finalmente, el PT puntualiza que la coalición nacional con el PSB, que presentó formalmente a Alckmin para la dupla con Lula, será un paso importante en esta dirección y confirmará la voluntad, en un futuro gobierno, de implementar «un programa de reconstrucción y transformación de Brasil, ampliando nuestra base social».
Hasta la fecha, el expresidente encabeza todas las encuestas de opinión rumbo a la votación en la que pretenderá reelegirse Bolsonaro.
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