Se trata de vallas publicitarias con contenido ofensivo y calumnioso que violan directamente lo dispuesto en dos artículos de resoluciones del TSE, en los cuales está prohibida la publicidad mediante pancartas propagandísticas en periodo de precampaña y en el electoral.
Una de las representaciones se refiere a tres carteles colocados en la ciudad de Divinópolis, en el estado de Minas Gerais (sudeste), que muestran imágenes del exgobernante.
Su mensaje está firmado por el Grupo Amigos da Rua (de la Calle) Sergipe y aparece como responsable José Luis de Oliveira.
La otra acción en el TSE alude a la localidad de Rondonópolis, en la división territorial Mato Grosso (centro-oeste), y denuncia a un tal movimiento conservador que admitió la instalación de la valla publicitaria, la cual publicó en sus redes sociales e invitó a sus seguidores a un supuesto acto de inauguración.
Una tercera demanda del PT es sobre el patrocinio de carteles promocionales en la ciudad Imperatriz, en el estado de Maranhão (nordeste), rubricado por el denominado grupo Unidos por la Patria.
De acuerdo con los abogados Eugenio Aragão y Cristiano Zanin, quienes firman las alegaciones, «si un posible candidato o precandidato utiliza artefactos publicitarios en un periodo anterior al permitido por la ley para promocionar su candidatura, está burlando las normas electorales».
Los juristas agregan que el contenido del mensaje publicitado representa una violación de los derechos de la personalidad de Lula, quien hasta la fecha encabeza todos los sondeos de opinión rumbo a las justas comiciales de octubre.
Es decir, alertan los letrados, «no contribuye en absoluto al debate electoral, limitándose al ámbito de las ofensas y difundiendo un discurso de odio que representa una verdadera amenaza para la democracia».
Anteriormente, el PT presentó tres denuncias contra el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro por incitación al delito de «abolición violenta del Estado Democrático de Derecho» y perturbación del proceso electoral después de pronunciar belicosos discursos durante una visita al estado de Rio Grande do Sul.
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