Según el informe, el 38 por ciento coloca su dinero en depósitos a la vista (con derecho a reembolso inmediato y sin penalización) o en depósitos a plazo fijo.
Debido a la inflación y a los bajos tipos de interés, estas modalidades de ahorro rinden poco o nada, apunta la BdB. Cada vez más entidades cobran incluso un interés negativo a las cuentas de dinero a la vista que superan ciertas cantidades, agrega.
Un tercio (33 por ciento) de los mil inversores encuestados posee también acciones, participaciones en fondos u otros valores. El año anterior la cifra era del 31 por ciento.
Actualmente, más de seis millones de personas en Alemania colocan peculio en inversiones sostenibles, lo que supone más del doble desde 2019, explicó el director general de la BdB, Christian Ossig.
Las lagunas de conocimiento y la falta de información frenan a muchos a la hora de realizar inversiones sostenibles, apuntó.
La consulta arroja que cuantos más altos son los ingresos, más se centran los inversores en la sostenibilidad.
Así, uno de cada cuatro cuyos ingresos netos mensuales en el hogar superan los tres mil 500 euros afirma que invierte de forma sostenible.
Las inversiones sostenibles tienen en cuenta los factores medioambientales, la responsabilidad social y el buen gobierno de las empresas.
El pasado diciembre, la Unión Europea (UE) estableció criterios concretos para las inversiones respetuosas con el clima y para clasificarlas en cuanto a gas y energía nuclear como sostenibles de forma transitoria.
Esa situación se agrava ahora con los problemas energéticos generados por el conflicto en Ucrania y las sanciones de Occidente contra Rusia.
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