El portavoz del ente castrense, mayor general Ígor Konashénkov, indicó que los sistemas de defensa aérea derribaron 10 drones y los misiles de alta precisión destruyeron una planta de producción de municiones cerca de la localidad ucraniana de Brovary, en la región de Kiev.
Señaló además que este viernes, durante la operación para liberar la ciudad portuaria de Mariúpol, fueron rescatados y llevados a lugar seguro los rehenes retenidos por las fuerzas ultranacionalistas ucranianos en una mezquita turca.
Según Moscú, desde el inicio de la operación militar en Ucrania, sus tropas aniquilaron 134 aviones de combate, 470 drones, 249 sistemas de misiles antiaéreos, dos mil 290 tanques y otros vehículos blindados, 254 lanzacohetes múltiples, 992 unidades de artillería de campaña y morteros, así como dos 166 unidades de vehículos militares especiales.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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