Como ya es habitual, los miembros del Consejo conocerán sobre la situación en el terreno, algunos pormenores del conflicto y los esfuerzos de diferentes agencias de Naciones Unidas para entregar ayuda en ese país de Europa del Este.
En días recientes, el responsable de ayuda humanitaria del organismo multilateral, Martin Griffiths, estuvo en Kiev y Moscú y se reunió con autoridades de ambas capitales para facilitar la entrada de asistencia en territorio ucraniano.
Naciones Unidas presentó propuestas para lograr el cese del fuego en diferentes localidades y crear corredores seguros con el fin de ayudar y evacuar civiles, precisó.
Próximamente, se esperaba que Griffiths llegara a Turquía para explorar las vías en las cuales la ONU puede apoyar el papel de mediación, pero tuvo que cancelar el viaje debido a que resultó positivo a la Covid-19.
En reiteradas ocasiones desde el inicio del conflicto en Ucrania, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, alertó sobre las consecuencias a nivel global de tal confrontación.
La semana pasada, el titular advirtió sobre el aumento del hambre y la pobreza en el mundo como consecuencia del impacto de este conflicto.
“Nos enfrentamos ahora a una tormenta perfecta que amenaza con devastar las economías de los países en desarrollo”, subrayó el diplomático portugués al presentar el primer informe político detallado del Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial en materia de Alimentación, Energía y Finanzas.
En tanto, la secretaria general adjunta de la ONU, Amina Mohammed, señaló que la crisis ucraniana corre el riesgo de sumir a mil 700 millones de personas -más de una quinta parte de la humanidad- en la pobreza, la indigencia y el hambre.
Ucrania y Rusia suministran el 30 por ciento del trigo y la cebada del mundo, una quinta parte del maíz y más de la mitad del aceite de girasol, detalló la alta representante del organismo multilateral.
Juntos, dijo, sus cereales son una fuente esencial de alimentos para algunas de las personas más pobres y vulnerables, y proporcionan más de un tercio del trigo importado por 45 países africanos y menos desarrollados.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
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