Por medio de un comunicado, el titular dijo que está comprometido activamente con los líderes de la región con el fin de hacer todo lo posible para reducir las tensiones, evitar las acciones y retóricas incendiarias, y restaurar la calma.
“Las provocaciones deben cesar de inmediato. Los días festivos en curso para musulmanes, judíos y cristianos deben ser un período de paz y reflexión, no de incitación y violencia”, señaló.
En ese sentido, Guterres recalcó que debe mantenerse y respetarse el statu quo en los lugares sagrados de Jerusalén.
Naciones Unidas apoyará a palestinos e israelíes para resolver el conflicto sobre la base de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, el derecho internacional y los acuerdos bilaterales, indicó el titular.
Asimismo, insistió en que urge evitar el uso excesivo de la fuerza y detener todas las medidas unilaterales, como asentamientos y desalojos por parte de Tel Aviv, pues estas pueden socavar la solución de dos estados.
Por su parte, el coordinador especial del secretario general de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, se mantiene en estrecho contacto con socios regionales y las partes en conflicto para calmar la situación. Naciones Unidas recalca que el conflicto en esa región debe resolverse sobre la base de las resoluciones pertinentes de esa organización, el derecho internacional y los acuerdos bilaterales.
Un grupo de ultranacionalistas israelíes afirmó que seguirán adelante este miércoles con una marcha con banderas por zonas del casco viejo de Jerusalén, donde la mayoría de la población es palestina, pese a una orden policial que prohibió el evento.
El pasado domingo, al menos 17 palestinos fueron heridos tras un nuevo asalto de las fuerzas de seguridad israelíes a la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén oriental, el segundo en apenas tres días.
Tales cifras fueron registradas por la Media Luna Roja luego de la violenta represión de uniformados bajo el mando de Tel Aviv, los cuales fueron recibidos con piedras por decenas de jóvenes árabes presentes en ese lugar.
Esta nueva violación de un sitio sagrado es el resultado de llamados de organizaciones judías extremistas a realizar una visita masiva y provocativa durante la festividad de Pesaj, que inicia la conmemoración del éxodo judío, apuntó la agencia de noticias Wafa.
Musulmanes y judíos veneran por igual el sitio donde se produjeron las confrontaciones, los primeros lo llaman Explanada de las Mezquitas y los segundos, Monte del Templo.
Israel ocupó la zona oriental de Jersualén en la guerra de 1967 y desde entonces, mantiene bajo su control el territorio, pese a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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