Según el informe, el vehículo no presentó problemas en el despegue ni tampoco durante su primera hora de vuelo y mantuvo la comunicación con las torres de control.
Pero poco después de entrar a la zona de control de Guangzhou tuvo una “desviación en la altitud”, no respondió a la alerta emitida y luego desapareció del radar.
El reporte precisó que la tripulación pasó la debida calificación para ejecutar el recorrido, no hubo fallos técnicos antes de la travesía ni tampoco existían materiales peligrosos a bordo del avión.
Las cajas negras sufrieron grandes daños y todavía los peritos trabajan en su decodificación, añadió el texto.
El vuelo comercial MU5735 pertenecía a la compañía China Eastern Airlines y se estrelló el pasado 21 de marzo con 123 pasajeros y nueve tripulantes a bordo en las montañas de la región autónoma de Zhang de Guangxi (sur) cuando viajaba desde Kunming hasta Guangzhou.
La semana anterior la autoridad de Aviación Civil de China desmintió informaciones que señalaban a un copiloto como responsable del accidente y sobre la supuesta conclusión del análisis de las cajas negras.
Miembros de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos se incorporaron a las pesquisas y un equipo de analistas trabaja en la reconstrucción de la trayectoria recorrida por el avión, un Boeing 737-800 con más de seis años de operaciones.
A raíz del suceso, el gobierno chino ordenó una revisión exhaustiva de los sistemas de seguridad en todos los sectores socioeconómicos del país y el presidente Xi Jinping calificó la tragedia aérea como “la campanada de alerta” en medio de recurrentes incidentes letales en terrenos como el transporte, la construcción y las minas de carbón.
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