En declaraciones a periodistas la alta funcionaria reveló que tuvieron acceso a los sistemas del SAT esa abrumadora cantidad de personas, y para cortar esa falla del acceso de terceros a los datos, están haciendo un mayor gasto en tecnologías.
Explicó que encontraron tres cables que salían de los servidores del SAT directamente a instituciones no gubernamentales, es decir, el robo no era mediante el uso de los conocidos USB o de un asesor fiscal que está ahí en la oficina, sino por esos tres cables conectados en los servidores.
Explicó que en ese momento se encontraron 35 mil puertos de usuarios que tenían acceso a toda la información del SAT y que no se sabía quiénes eran, estaban bajo seudónimos “patito1, patito2, sinvergüenza2”, ironizó Buenrostro.
La mayor parte de las tecnologías del organismo se contrataban con proveedores.
Los datos también estuvieron expuestos a 250 personas en entidades federativas, al Instituto Mexicano del Seguro Social, al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y de vez en cuando, hace muchos años, también al Instituto Nacional Electoral; así que la fuga de información tiene varios frentes.
«La información la tenía un montón de gente que ni siquiera sabemos quiénes son. Por lo menos 40 mil personas que quién sabe quiénes sean, para quién trabajen. A algunas las tenemos identificadas, a otras no. Así que, ¿quién tiene la información del SAT? Hasta ahora casi 40 mil personas, pero seguramente no son los únicos», expresó.
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