Raquel Antunes da Silva estaba hospitalizada en estado muy grave en el hospital Souza Aguiar, en el centro de la ciudad carioca, y, según autoridades médicas, tenía una hemorragia interna.
Explicaron que, durante la operación, la cual duró más de seis horas, la pequeña sufrió el paro y también tenía un traumatismo en el tórax y respiraba por un aparato.
Testigos relataron que la niña se subió el miércoles en la noche a una carroza parada en la calle Frei Caneca, a 200 metros de la puerta del famoso sambodrómo Marques de Sapucaí, cuando el vehículo comenzó a ser empujado y ella resultó presionada contra un poste.
Después de la tragedia, la nena con sus dos piernas destrozadas fue llevada al centro médico de Sapucaí, pero luego decidieron trasladarla al hospital municipal Souza Aguiar, donde le amputaron una.
El Ministerio Público estadual indicó que, en el primer día de los desfiles de las escuelas de samba de la Serie de Oro, en el sambódromo ocurrieron violaciones de normas de seguridad establecidas para el evento.
Mencionó como uno de los puntos el de la protección para niños y adolescentes en la concentración, y dispersión de los flotadores.
En un comunicado, las ligas de las escuelas de samba de Río reconocieron que están conmocionadas por la tragedia y mostraron solidaridad con la familia de la niña.
Sobre las recomendaciones de la Fiscalía, comentaron que resulta necesario esperar la verificación de los hechos y que, cada año, pide el apoyo de los organismos de seguridad pública en los alrededores del sambódromo, estructura creada por el arquitecto Oscar Niemeyer en 1984.
Tras dos años de silencio por la pandemia de la Covid-19, los tradicionales desfiles comenzaron el miércoles pasado y terminarán 10 días después con el de clausura de la «escola de samba» ganadora del Carnaval de Río, la fiesta más icónica de Brasil.
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